Nanotecnología Avanzada

La nanotecnología avanzada, a veces también llamada fabricación molecular, es un término dado al concepto de ingeniería de nano sistemas (máquinas a escala nanométrica) operando a escala molecular. Se basa en que los productos manufacturados se realizan a partir de átomos. Las propiedades de estos productos dependen de cómo estén esos átomos dispuestos. Así por ejemplo, si reubicamos los átomos del grafito (compuesto por carbono, principalmente) de la mina del lápiz podemos hacer diamantes (carbono puro cristalizado). Si reubicamos los átomos de la arena (compuesta básicamente por sílice) y agregamos algunos elementos extras se hacen los chips de un ordenador.

A partir de los incontables ejemplos encontrados en la biología se sabe que miles de millones de años de retroalimentación evolucionada puede producir máquinas biológicas sofisticadas y estocásticamente optimizadas. Se tiene la esperanza que los desarrollos en nanotecnología harán posible su construcción a través de algunos significados más cortos, quizás usando principios biomiméticos. Sin embargo, K. Eric Drexler y otros investigadores han propuesto que la nanotecnología avanzada, aunque quizá inicialmente implementada a través de principios mimétricos, finalmente podría estar basada en los principios de la ingeniería mecánica.

Determinar un conjunto de caminos a seguir para el desarrollo de la nanotecnología molecular es un objetivo para el proyecto sobre el mapa de la tecnología liderado por Instituto Memorial Battelle (el jefe de varios laboratorios nacionales de EEUU) y del Foresigth Institute. Ese mapa debería estar completado a finales de 2006.

Una vez descubierto que se puede «ver» a nivel atómico el siguiente paso lógico, gracias al avance de la robótica moderna, es fabricar robots microscópicos para poder usarlos en multitud de contextos. Así nacieron los nanobots o robots nanométricos: podemos hablar de robots «inteligentes» que, armados con cámaras, pinzas, sensores o giroscopios, pueden ser usados en aplicaciones muy diversas como la medicina.

Pensemos en pacientes de cáncer: ahora se aplica la química para poder eliminar las células malignas; en un futuro se inyectará al sujeto una solución de nanobots que viajarán desde el torrente sanguíneo hasta el tumor y lo atajarán de forma expeditiva: un tratamiento mucho más efectivo y con menos efectos secundarios. Y ésta es sólo una de las aplicaciones: también está el uso de estos minúsculos robots para la producción de energía, la detección de plagas, el control de la contaminación atmosférica y por supuesto (y por desgracia) la industria bélica.

Esto último supone para muchos científicos un impedimento moral, puesto que de ser usados los nanobots como armas podría ocurrir justo lo contrario que en el ejemplo de curar enfermedades: es decir que (hipotéticamente hablando) se podría provocar un colapso en el sistema nervioso o cualquier otro sistema o elemento de nuestro organismo. Evidentemente esto es algo que tardaremos muchísimos años en ver (y esperamos que nunca llegue a utilizarse con ese fin), pero es una de las posibilidades que existen.

Pero aún quedan unos últimos pasos que dar: la inclusión de inteligencia artificial y la auto-replicación, para que estos nanobots tengan una autonomía real y puedan fabricar más de sí mismos para no tener que inyectarlos continuamente en la sangre y para reparar los dañados y suplir las «bajas». No hace falta, en principio, que dicha inteligencia artificial sea muy compleja: bastará con enseñarles a evitar peligros y funcionar de forma automática ante determinados estímulos. Obviamente esto todavía es un sueño, pero es bueno saber que ya se tiene en mente.

Está claro que con todo esto se podría operar a una persona con una inyección de esta solución; las enfermedades autoinmunes y las degenerativas serían erradicadas al poder atajar el problema de raíz. Aunque para ver esto todavía tiene que pasar muchísimo tiempo, la primera piedra ya se ha puesto: estos pequeños robots tan sólo han empezado su camino. Estas tecnologías siguen aún en el terreno de la ciencia-ficción, pero la meta está clara y los científicos ya empiezan a ver el camino hasta ella.

Piensa en un robot.. Más pequeño que una molécula de polvo. Ahora imagina que ese robot podría salvar tu vida. Fuertes, resistentes, microscópicas, desarrollo, ciencia, compleja, versátil, flexible, innovadores, precisión, informática, veloz, avanzada, soluciones.. ..El futuro es la nanotecnología.

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